¿Anarquistas en Bermeo?
Así lo
muestra en su trabajo: Bermeo
y la Guerra Civil.
La Batalla
del Sollube de Francisco Manuel Vargas Alonso.
Apuntaremos esta parte de su trabajo
histórico centrándonos en el texto del autor que habla sobre Anarquismo en
Bermeo que es lo que nos interesa.
El anarquismo.
“El inicio de la actividad anarquista en Bermeo se remonta a los tiempos
de la Monarquía
de Alfonso XIII. Durante la
II República, la postura contraria de la CNT frente a los Gobiernos de
los dos Bienios, el Progresista y el Derechista, se saldó con una dura
represión del sindicalismo revolucionario anarquista. Esto conllevó una notable
reducción de actividad en los organismos locales de la CNT.
Los anarquistas locales se mostraron reticentes al régimen republicano
durante los dos bienios, y sólo las elecciones del Frente Popular de Febrero-
Marzo de 1936 les llevaron a participar, a título particular más que de
organización, en favor de las candidaturas frentepopulistas. En todo caso más
para favorecer la inmediata amnistía de los revolucionarios de octubre de 1934
prometida por el Frente Popular que por ser partidarios de un programa
socio-económico que sólo restauraba lo logrado para los trabajadores durante el
primer bienio republicano. El núcleo anarquista bermeano se organizó en torno
al llamado “Sindicato de Bermeo”. La primera referencia del mismo data de junio
de 1935 y los datos más fiables de su militancia son posteriores, de abril de
1936, momento en el que el número de carnet s se elevaba a 70. La guerra elevó
la militancia hasta el centenar en enero de 1937. El Libro de Cuentas de la
organización confederal en Bizkaia, que va de septiembre de 1933 a septiembre de 1937,
nos sirve de fuente fundamental a la hora de abordar las actividades básicas de
los cenetistas bermeanos 52. A
partir de febrero de 1936, y hasta el inicio de la guerra civil, puede hablarse
de una fase expansiva del sindicalismo anarquista en la localidad marinera. A
finales de junio había, como mínimo, 150 afiliados correspondientes a los
carnet s remitidos. Además, el crecimiento se saldó con el cambio de
denominación, ya que de la anterior Sindicato de Bermeo se pasó a la de
Federación Local de Bermeo. El estallido de la guerra cambió tempranamente la
dinámica al alza de la sindicación revolucionaria cenetista. Todavía en agosto
se mantuvo el incremento de afiliación, como refleja el abono de 119 pesetas
por otros 50 carnet s y 290 sellos pagados con fecha 11 y 24 del citado mes.
Sin embargo, hasta 1937 desaparece toda mención en el Libro de Cuentas que
seguimos a operaciones pecuniarias entre la CNT de Bermeo y la central vizcaína. La guerra
pasó factura, la movilización y la formación de Milicias pasaron a primer
plano, mientras la actividad sindical en la retaguardia decreció ante la marcha
a los frentes de combate de lo más granado de la militancia cenetista.
A partir de enero de 1937 la CNT reactivó su actividad en
Euzkadi. Para entonces se había reorganizado a los militantes guipuzcoanos
refugiados e Bizkaia. Los meses de calma que siguieron a la batalla de
Villareal permitieron a los cenetistas realizar una intensa campaña en la
retaguardia, acrecentando su afiliación. En Bermeo, dicha reactivación se saldó
con un aumento considerable de ingresos en favor de la central radicada en
Barakaldo (según el Libro desde julio de 1936). El Sindicato de Bermeo pagó
568,60 pesetas entre enero y marzo por cuatro remesas remitidas desde la
central. El 23 de enero se pagó una primera por 160 cartas, 100 carnet s, 500
sellos y 100 hojas confederales; el 30 del mismo mes, otra por valor de 150
sellos; el 27 de febrero una tercera por 50 cartas, 55 carnet s y 300 sellos;
el 27 de marzo la cuarta y última por valor de otros 500 sellos confederales.
El único gasto que consta tuvo la central en Barakaldo en su relación con los
afiliados bermeanos fue una partida de 16 pesetas por los gastos pagados a una
delegación del Comité vizcaíno desplazada a Bermeo el 17 de abril. A finales de
mes, con la evacuación de Bermeo, desaparecía la labor de los sindicatos
anarquistas en la Villa,
aunque como veremos la CNT
bermeana continuó existiendo varios meses más en Bilbao.
A la entrada de los franquistas en Bermeo, un corresponsal franquista,
José Goñi, encontró impresos editados por la CNT de Vizcaya, es de suponer que en la sede
cenetista de la Villa.
Para el mismo resultaba increíble que en una zona de
hegemonía nacionalista vasca, con gran predicamento eclesial, se diera ese
ejemplo de radicalismo. Los citados impresos decían entre otras cosas:
“Arroja la bomba que escupa
metralla,
coloca petardos y empuña la Star (…)
No más tiranía, beatas y frailes,
Sucumba la Iglesia y caiga el
Poder”..
No se conoce a partir del final de la guerra
más actividad del anarquismo en Bermeo, exceptuando los años 70´s en el que un grupúsculo
de unas seis a diez personas realizaría algunos actos propagandísticos en la
villa; Pintadas y difusión de octavillas y alguna bandera negra que apareció en
alguna de las muchas manifestaciones que se hicieron por diferentes motivos en la Villa. Este grupo se
dio a conocer como ANARKISTA BORROKA,
Y a título personal Bermeo fue el lugar de
acogida del escritor libertario Marc Legasse autor del Libro de las Carabinas de Gaztibeltza y otros libros que nos deleitaron en
esos años. Vivió en una casita que tenia vistas al puerto Viejo ubicado en el
barrio de Bastarre.
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