MADRID ME MATA –
Doctr Blues |
Subió a la alcoba con la puta -Eran viejos
conocidos, ella conoció a un mal tipo, termino siendo Yonki y acabo prostituyendose en Madrid- ella le hizo una Felátio, mientras se comía su polla y la cocaína la iba colocando el cerebro y poniendola cachonda, Volvieron a follar de nuevo y
el orgasmo fue más intenso por efecto de la cocaína, la puta también gozaba , al terminar el tipo duro le invito a una raya. Se vistió, pago a la puta y se marcho a beber cervezas por Malasaña. Por el
camino se cruzó con Kiketurmix y se saludaron. Entro en el bar de la Vaca Austera y pidió
una Voldamn. Miro las curvas de la camarera y su escote y se imagino que algún día pudiera tener sexo con ella, se le puso dura la polla. El bar estaba lleno de
gentes variopintas; roqueros, pijos, modernos, algunos músicos de la Nuevaola madrileña y
otras faunas indescriptibles, incluso un cantante de Tangos. Sonaban los Ramones por los bafles. En la calle
sonaba el ruido del helicóptero de la policía que vigilaba las calles.
Salio del local hacia la
Plaza Dos de Mayo, quería pillar algo más
de Farlopa , diviso a lo lejos a dos punkis que se acercaban por la otra acera
de la calle a unos metros escasos cambiaron de acera y se acercaban mirándo al tipo duro, riéndose y murmurando en voz alta ¡Mira ya
tenemos a un pollito! El tipo duro era perro callejero a pesar de ir con una
chupa de cuero de mas de seiscientos euros y pantalón de marca, zapatos tipo bota Goretex caros, a pesar de ser cincuentón y de
pelo canoso tenía mucha historia taleguera por terrorísmo . Abrió la navaja automática dentro del bolsillo. Uno de los punkis
quiso agarrarle de la chupa pero recibió un navajazo debajo del brazo y cayó al
suelo agarrándose el pecho gritando de dolor
mientras el tipo duro agarraba al otro punki y estrellaba su cabeza
contra el cristal de la puerta de un coche aparcado que estalló en mil pedazos. El punki sangraba
como un cerdo por las heridas del cristal de la ventanilla, cayó al suelo
mientras recibía patadas en la cabeza. El tipo duro salio corriendo muy
cabreado, se paro y regreso hacia atrás sus pasos
y volvió a coserles a navajazos a los dos punkis tirados en
el suelo a los que gritaba ¡Ami me vais a dar el palo hijos de puta!¡Mierda de Manguis! Después
salio andando a pasos rápidos del barrio y se dirigió por la
Gran Vía
a un hostal del barrio de Chueca donde estaba alojado. Al día siguiente
huyo de Madrid en un autobús que se dirigía a Bilbao de donde procedía.
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