martes, 7 de enero de 2014

BARRENKALE BLUES


BARRENKALE BLUES



Calle Barrenkale
    Me fui al Berebar de la calle San Francisco a tomar un café y saludar a mi amigo Khaled, no había comido y pedí una Tortilla de Patatas. No se cuanto tiempo estuve allí pero apareció mi amigo Mustapha. Nos fumamos un porro y luego bajamos a Barrenkale a tomar una cerveza. El bar Javier estaba cerrado y entramos en el bar Ander donde siempre suena el blues. Después me fui al bar Akatz donde siempre esta Manolo que fue barman en Somera en el Restaurante Areatxa y más tarde trabajó en el pub Lasai de la calle Ronda durante muchos años. Manolo es un histórico del Casco Viejo de Bilbao, toda su vida trabajo allí. El bar que ahora regente fue la antigua taska de Pepe donde te echaban a la calle si se te ocurría pedir un mosto y si pedías un vino clarete mezclaba el tinto con el blanco y eso decía que era un clarete. En el Akatz pedí un Carajillo por que son los mejores Carajillos de Bilbao y en parte para quitarme un poco el efecto de los porros que fume con Mustapha y también para despertarme de las cervezas.

         Estuve como una hora sentado en el exterior del bar junto a la mesa blanca de la terraza y vi pasar a Inako y a Bertin. Iban hacia el bar  Javier y me dirigí hacia allí Tomamos dos botellas de cerveza Franciscaner en tres vasos. Inako como siempre estaba enfadado con los españoles, toda su conversación en un euskera batua estilo bilbaíno siempre era contra España y la política junto con el monte eran sus armas de conversación. Bertín era más de fumarse unos porros de Marihuana y hablar sobre el euskera en el que como filólogo es un maestro. Bertín pertenece al Kafe Antzokia donde trabaja, es un tipo bastante primario con una mentalidad de vasco cerrado y con fuertes influencias de una mentalidad de la era del Magdaleniense emparentado con las cuevas de Santimamiñe de Urdaibai (Bizkaia)

          Después de escuchar el sermón diario que siempre nos da Juan el tabernero historiador del Javier que esta vez se trataba de un político del PNV cuyo pasado no fue muy nacionalista y cómo se cambian las chaquetas por diversos intereses políticos y económicos era el tema que tocaba.  Entramos en debates bastante surrealistas provocados por las cervezas y los porros y una vez finalizadas las intervenciones y terminada la charla nos fuimos a la calle del perro al bar Kalderapeko por que hay muchas mujeres en la barra y hablan euskera,  luego tomamos camino hacia Somera a seguir bebiendo y charlando de lo divino y lo humano y el resto del tiempo mirando a las mujeres  con postura de vasco que consiste en sacar pecho apoyado sobre la espalda en la barra y con el vaso fuertemente agarrado en la mano y mirada de soslayo a las mujeres.

            Recorrimos varios bares de Somera y nos dirigimos al bar Txakurtto de la calle del perro a comer unos pintxos y una ración de jamón para poder seguir de nuevo bebiendo. La perra Jacinta se puso a ladrarnos como de costumbre  y la dueña siempre alborotada salía de la cocina para ver qué pasaba y como casi todos los días  diciendo aquello de ¡Ah si sois los mismos de siempre!.
   Aquí nos dieron la noticia de que Jon Etxeandia había muerto, un amigo entrañable que siempre será recordado con cariño en Barrenkale.  

 

   
          Una vez finalizado el condúmio y fumado un porro de marihuana con Bertín  les deje solos y me marche al pub Umore Ona a ver un concierto de un músico bastante conocido del blues de Bilbao. Entre al Umore y estaba lleno, le pedí a  Xuxo Jaegger una caña y comenzó el concierto con un blues muy potente. Al de un rato observe que una mujer me echaba de vez en cuando algunas miradas de reojo, pase hacia la barra del bar por delante de ella y la sonreí ella hizo lo mismo. Me puse a su lado a ver el concierto y en un momento la pregunte si le gustaba el bluesmen que tocaba y ella asintió con la cabeza,.


            Seguimos viendo el concierto y volví a la barra a pedir otra cerveza y la pregunte si quería beber algo, asintió y me dijo una caña de cerveza. Volví de nuevo a su lado y bebimos las cervezas despacio y me presente, ella se llamaba Marta y me conocía de vista. Acabo el concierto después de unos vises y tomamos otro par de cañas en el bar mientras charlábamos sobre nosotros, la música y otros temas interesantes mientras nos observaban sus amigas sonriendo. La pregunté si venía conmigo a otro bar, miro a sus amigas durante unos instantes y dijo que si. Se despidió de las compañeras presentándome y luego nos marchamos. Llegamos a Barrenkale y entramos en el Katu Zaharra que es un local emblemático del Casco Viejo por su antigüedad y por ser un bar del auténtico Rock&Roll  de Bilbao. Allí comenzamos con un escarceo de besos en los labios y abrazos tiernos mirándonos a los ojos mientras nos observaba una cuadrilla de mentecatos que cuchicheaban entre si y que estaban capitaneados por un tal Alberto apodado el “Camisetas” y que dice que es diseñador gráfico y artista, un tipejo y miserable  personaje de Barrenkale que siempre se acompaña con una cohorte de payasos  porteras y cotillas machistas.  

        Luego nos dirigimos al LuzGas de la calle Pelota y estaba actuando un grupo de teatro de estilo cabaret junto con la misma dueña. Nos pareció bastante divertido el espectáculo. Nos sentamos en una esquina y seguimos con el romance, los besos, caricias, abrazos  mientras escuchábamos una canción de Bety Davis.  
                 
      
Pub Trapy
  Nos levantamos y fuimos al servicio ha hacernos una raya de Speed para quitarnos el morón de los porros y las cervezas y de paso aprovechamos para practicar algo de sexo. Llego la hora del cierre y ya no nos quedaban más bares en la calle y decidí ir al pub Trapy de la Casilla de Bilbao ubicado detrás de correos, pedimos un Taxi y llegamos al lugar, estaba Txus como siempre en la barra y pedimos unas cervezas,  Marta se lió un porro y nos lo fumamos.

          Desperté en mi cuarto, tenía la mente totalmente nublada y sentí que algo se movía junto a mí y vi una mujer dentro de mi cama,  me quede un poco asombrado por que no recordaba haber venido con nadie, ni siquiera recordaba como había llegado a mi cama. Ella se despertó, me sonrío y me dijo hola. Le pregunte quien era y como es que estaba allí conmigo, se hecho a reir y me contó que estaba allí por que habíamos estado en un concierto donde nos conocimos. Poco a poco se me fue aclarando la mente y comencé a recordar algunas cosas, la ofrecí un café y me puse otro para mi después de terminar de tomarlo nos pusimos a follar. Tres horas mas tarde  se levanto, se fue al servicio, se coloco las bragas y la ropa y se marcho prometiendo que me llamaría para quedar otro día y no la volví a ver más, mientras me quede escuchando  la última canción del CD que había dejado sonando en la habitación que era el Going Down de Fredy King.

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